martes, 26 de mayo de 2009
Amor Troyano
(Estoy en ese tiempo que las musas no llegan por más que uno las invoque... no obstante me encontré este cuento corto escrito hace algunos años, espero que les guste).
Oímos los retumbos de los Espartanos, lentamente se acercaban pero nuestro ejército se encontraba listo para atacar apenas pisaran terreno troyano... nuestro amada tierra, aquella que nos vio nacer y en la cual nos divertimos nuestra juventud, aquella misma que vio nacer a nuestros hijos y ahora se llenará de sangre.
El suelo retumbaba constantemente, sin embargo no nos importa. También nosotros hemos hecho retumbar muchas veces el suelo. Ahora es tiempo de implorar a los dioses y esperar.
El horizonte se lleno de humo, por la cantidad de antorchas que llevaba los Espartanos, se oían tambores y podíamos empezar a escuchar algunos gritos, aunque todavía no podíamos entender que exclamaban.
Después de un tiempo, había llegado el momento. El enemigo se colocó encima de la Loma, podía casi que sentir en mi nariz el olor a sudor espartano.
Dos gritos, uno en cada ejército, indicaba que empezaba la batalla. A continuación... el cielo se tiño de naranja y gris. El olor a hierro de sangre invadió el aire de la zona... el piso se volvió encharcado y era inestable ponerse de pie, por la cantidad de cuerpos de hermanos y enemigos extendidos. Muchos apenas niños, otros apenas se reconocían que eran hombres.
La guerra duró tiempo, e intenté aguantar lo más que pude... pero un pequeño descuido llevó a mi muerte... caí de rodilla, con una herida mortal en el costado, sentí la hoja de hierro entrar en mi cuerpo, y la tibieza de la sangre que huía de mi. Con mi último esfuerzo pude observar el hombre que me asesinaba, sonreí y caí de frente contra otros cuerpos tendidos en el suelo.
Se que morí... pero defendí el amor, aquel amor que sintió Paris por Helena y viceversa. Aquel que llevó a desencadenar una de las batallas más crueles. Aquel amor que será recordado por siempre.
Aquel lugar que me vio nacer a mi y mis hijos fue destruido.... sin embargo llegué a concluir que mientras el amor de Paris y Helena siga siendo recordado... no se perdió la guerra... se ganó.
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Que dificil tener ese pensamiento tan noble y desinteresado...
ResponderEliminarEsos eran los tiempos en que los hombres se mataban brutalmente pero al menos viendose cara a cara, sudando, cansado, embatiendo una última vez, eran por asi decirlo mas nobles que si comparas ahora a q con un boton podes destruir un pais.
Sin embargo tanta sangre por amor, un amor prohibido pero inevitable... Troya es de las historias q mas melancolia y conflicto me causan a nivel personal....
Muy buen relato.
ResponderEliminarNo sé porqué será amigo, pero en una semanita o así me he dado cuenta que somos muchos los bloggers que hemos posteado hablando del amor.
En España tenemos excusa, será "la primavera que la sangre altera".
¿Qué está psando por el mundo?
UN abrazo!
Amor o capricho no soy quién para juzgar.
ResponderEliminarAndrés: Correcto... en ese tiempo, el honor y el respeto eran fuertes... lástima que se perdió.
ResponderEliminarGs. Esperemos que sea un cambio...
Tommy: Siempre he dicho que el amor y el capricho van de la mano... si no es que son la misma cosa.
Pues yo también estoy herido
ResponderEliminarherido de gravedad
se ve correr mi sangre
la vida de mi escapar...
En pie y desafiante
como yo siempre viví:
que tengan claro en sus mentes
que yo jamás de rendí.
THIS IS SPARTAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!
Exelente post