miércoles, 6 de mayo de 2009
De la calle
Después de estar en la parada del autobús de San Pedro, la cantidad de personas que se encontraban en el bulevar, me dificultaban caminar bien, chocaba contra ellas, y me miraban con repudio y asco.... aunque ya había aprendido a vivir con eso siempre.
Escuche en la esquina a aquella vendedora de chances que discutía con su esposo, ya en estado alcohólico aunque fuera en horas tempranas; escuché las monedas al caer y me provocó un fuerte dolor de oídos y las personas gritándole al borracho... la había golpeado otra vez, tal como lo hizo ayer y todos los días de la semana.
Me alejé lo más que se podía del grupo de personas que ayudaban a la vieja...
-No me gusta los tumultos - pensé - nadie sabe donde poner los pies.
Seguí mi camino, intentando esquivar a todas las personas que caminan de prisa... no se preocupan de lo que ocurre... escuché muchas voces... miré hacia arriba y observé el gran edificio con algo luminoso en forma de M... pero esta vez no iba a entrar, aunque olía a comida y llevaba bastante tiempo que no comía... todavía dolía la última vez que estuve ahí.
Llegué a aquella plaza llena de palomas... aquella que no me gusta... porque tiene mucho piso de piedra... y se siente raro caminar encima de él... -yo prefiero la tierra- siempre me había dicho.
Aunque me gusta observar aquella preciosa estructura que se ilumina en la noche... donde se escucha sonido precioso... de música y flautas... donde las personas no tienen prisa ahí adentro... es más varias personas no se han movido en años... aquellas que están encima del edificio y un día los trajeron en grandes placas de hierro según escuche...
Seguí mi marcha, a aquella calle ancha... donde cuesta cruzar... aunque aprendí que cuando está el sonido de pájaro hay que cruzar... no de paloma... si no de pájaro del otro parque donde hay tierra.
Resultó que esa vez no hubo pájaro... más bien había un par de señores subidos donde el pájaro suena... señores uniformados que cortaban pedazos de la estructura, con una carro muy grande que los elevaban a una altura impresionante, esperé pero no había pájaro; así que me tocó cruzar.
Ya lo había hecho varias veces... tenía mucha práctica... pero está vez... de nada sirvió. Estando en la mitad una rueda pasó sobre mi... sentí como se rompió varias cosas... salí pegando gritos y me lancé a una esquina... donde un señor uniformado llegó y me acarició la cabeza... pude ver mi cuerpo lleno de sangre... y sentía un dolor profundo.
- Tranquilo perrito... tranquilo.... - sacó de sus manos un cable, y lo puso en mi cuello, jalo fuertemente y aunque no podía respirar... sentí como el dolor fue mermando.
Quede tirado en una esquina del Seguro Social, esperando que pasara alguien a enterrarme... pero caminó las horas hasta que llego un señor de aquellos que recogen bolsas y me levantó... Ahora ya no tendré que odiar los tumultos... donde nadie sabe donde poner los pies... donde todos me pateaban.
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Muy bueno fren, me llenaste la cabeza de fotos y sensaciones y aunq suene extraño me dolio mas saber que fu un pobre perro el que murio solo y abandonado en esa esquina.
ResponderEliminarYo si freno por los animales!...
WOw!
ResponderEliminarMe encantó Santiago, para nada me esperaba que fuese un animal el que narraba la acción, me llevé una sorpresa.
Desde el principio del texto, no paraba de recordar un poema de F. García Lorca, "La aurora", (Que sin duda te recomiendo leer detenidamente en cuanto puedas). Comencé a pensar en este poema desde que leí lo de las monedas, porque en esta otra creación literaria se narra la siguiente frase: "A veces las monedas en enjambres furiosos/
taladran y devoran abandonados niños". Cuando leí el poema me imaginé esos niños mendigando y sintiendo como las monedas "taladraban" sus manitas; ahora me pasó de nuevo, el leer "escuche mnedas al caer y me provocó un fuerte dolor de oídos", también sentí ese dolor en mi cuerpo, conseguiste que mis tímpanos se pusiesen alerta.
Perdona que me centre en el tema de las monedas y te haya dado un poco la tabarra; pero, aunqe el texto en general es muy bueno, eso es lo que más me llamó la atención.
Un abrazo fiel seguidor!
Muelitas, aplausos para vos!!!!
ResponderEliminarClap clap clap
Definitivamente me encanta tu forma de escribir
¡Qué triste!, horrible realidad lo insignificantes que son a veces los animales para estos otros animales que somos nosotros...
ResponderEliminarSaludos♥
las calles tienen tantas historias, esta me encanto, buen escrito, pasaré mas seguido por aqui.
ResponderEliminarTuanis
Si uno de verdad se fija ve tantas cosas simples pero hermosas
ResponderEliminarSaludos
Pos a mi me pasa algo así... (Por enana).
ResponderEliminarY casi siempre siento que la misma gente es la que hace que me mueva.
Que vida más perra... Juaz
Que bien hilvanado! no será un animal neomitológico? Pero no, demasiado real.
ResponderEliminarSaludos
Me uno a los aplausos de Heidy.
ResponderEliminarExcelente.
Lograste una película de palabras, yo podía "ver" todo lo que narrabas.
Saludos...
Buena historia, felicitaciones
ResponderEliminarSaludos,
Excelente, atrae, hilvana, lo lleva y el lector termina con eso en la cabeza.
ResponderEliminarQue triste... mmm ya había adivinado quien era el narrador, pero pensé en un principio q era una paloma...
ResponderEliminarMe alegra leer algo tico... llevo mucho leyendo poesía q no recorre las calles de chepe...
un abrazo
Andrés: Hay gente de todo tipo... aquellos que cuando ven un animal más bien aceleran.. que bueno que no eres de ese grupo.
ResponderEliminarGus: Vengo de leer la aurora... un excelente poema... gracias por recomendármelo... muchas gracias por tu visita!.
Heidy: es un gusto para mí como siempre tenerte por aquí...
Mina: Lo curioso es como un perro sufre lo mismo que la gente de la calle... no obstante seguimos viendo a los perritos con asco...
Conejito Gris: Te espero nuevamente por aquí.
Dica: Tú lo has dicho.
Pta Desgraciada: jajaja... es decir huyes de los tumultos.
Don Alejandro: Me está pidiendo mucho... las narraciones neomitológicas son mucho para un humilde servidor... espero lograr algún día hacer una... pero por el momento todavía estoy en lo real.
Mario: Muchas, muchas gracias.
Alvaro: Gracias.
Gavilanazo: Muchas Gracias, que bueno que te gusto.
Nayu: Nuevamente gracias por tu visita... me gusta de vez en cuando observar Costa Rica... para ver más allá de lo que vemos siempre...
Bonita historia! Saludos!!!
ResponderEliminarla verdad q tb me hizo sentir peor saber q era un perro q cuando pensaba q era una persona...
ResponderEliminares extraño...
me gusto bastante, bueno, un poco mas q eso!
estare pasando seguido, si no molesta
saludos
Cabigoes: Muchas Gracias por tu visita...
ResponderEliminarsweetly numb: Que dicha que te gusto y muchas gracias por tu visita... y por supuesto te espero cuantas veces quieras por aquí
tienes un don para escribir, me gusta mucho. Me sentí al principio identificada por que una vez fui expectadora de una situacion similar.
ResponderEliminarFelicitaciones por el blog
Natalia: Muchas gracias por tu comentario... es desgarrante ver como muere un animal...
ResponderEliminarPues es la primera vez que entro por este blog. Y la verdad me logro adentrar en la historia, por un momento sentí que estaba en ese lugar. Me llegó al corazón ver que así es la vida, la gente ha llegado a tal punto que pueden tratar con el mismo nivel de indiferencia a un indigente. Algo que ni un animal se merece.
ResponderEliminarValio la pena invertir mi tiempo libre en observar esté blog. Tiene un estilo único.
Ayer unos vecinos del barrio, recogieron a una perrita que había sido atropellada, la llevaron al veterinario, y de momento está en mi casa recuperandose, mientras le encontramos un buen hogar. Y me acordé de este post tuyo!!!
ResponderEliminarPablo: Muchas Gracias... me hace sentir muy bien tu comentario sobre mi estilo... no sabes lo que me ayuda a seguir escribiendo. Y con respecto a la historia... que triste que exista indigentes e indigentes animales... nadie merece una vida así.
ResponderEliminarHeidy: Muchas gracias en nombre del perrito... ojalá puedan conseguir una buena casa... Se nota el gran corazón que tienes...