La ventana está cansada,
me lo ha dicho;
ha observado durante años
la ciudad perdida... la ciudad maldita.
Ha visto a mil y un asesinos,
bailando en el charco
de sangre de sus víctimas;
ha visto las guerras y ha visto maldad.
La ventana llora...
las nubes intenta consolarla
y envían sus gotas para limpiarla...
pero sigue triste, moribunda.
Me ha dicho que está cansada,
de luchar a diario contra la sociedad,
de luchar contra el viento...
contra la putrefacción.
La ventana muere... y me pide paz...
en ese momento...
lo único que conseguí..
fue empezar a llorar...
¿Sangre?....
¡sangré!...
Mi mano se ha roto...
la ventana ahora descansa...
en miles de pedazos...
en el piso de mi casa.
Si fuéramos ventanas hace mucho abríamos pedido ser quebradas, o tener algo que nos bloqueara la vista de esa cruel realidad.
ResponderEliminarMuy bueno el post, muy real aunque cruel y triste sea esta realidad.
Saludos...
Pd: Gracias por arreglar el inconveniente.
Nada sobrevive al paso del tiempo, menos si estamos destruyendo el equilibrio del planeta, somos jueces y verdugos...
ResponderEliminarMae he tratado dos veces de dejar un comentario y aparece un error.
ResponderEliminarultimo intentento.
Buen post.
Salu2 de MEGAPRIMO.
Tanto ventanas como farolas y bancos de parques han visto muchas cosas que desearían no haber observado.
ResponderEliminarRompiéndola has conseguido que descanse, tu sangre ha merecido la pena.
Buen poema.
Te abrazo!